Estoy aprendiendo a ser sutil. Con sutilezas se consiguen tantas cosas... Hoy, por ejemplo, he ido a almorzar con Ángela al japonés. Mira que hay bares en Sevilla y poca gente en un sábado de julio, pero allí que estaba el matrimonio más pesado sobre la faz de la tierra. Hay por ahí una teoría sobre las relaciones humanas que viene a decir que todos estamos conectados con cualquier otra persona del mundo por menos de seis lazos interpersonales. Pues bien, a mí con esta pareja peculiar me unen muchos conocidos comunes desconocidos entre sí, pero muy pocas ganas de relacionarme con ellos.
Cuando me he percatado de su presencia a mi espalda me ha faltado echarme al suelo y esconderme bajo la mesa. Ángela me ha dicho que tenía que ser más sutil y no hablar tapándome la cara. Me he indignado. Sutilmente he hecho que Ángela se levantara a pedir y casi la convenzo para hacer un papelito que me permitiera salir dignamente sin saludar. Aprendo rápido. Al final no ha hecho falta porque se han ido antes y, aunque me han localizado, han tenido la deferencia de no hacerme pasar el mal trago de tener que saludarlos.
Lo mejor de la tarde ha sido la hora del café. Tema universal de las mujeres: los hombres. Allí las dos prendas parloteando de varones y sus peculiaridades cuando, sutilmente, he pegado la oreja a la mesa de al lado. Describo la escena.
Dos jipis, hombres, jugando al ajedrez. Diálogo:
Jipi 1: Pues la verdad es que a mí me gusta más una mujer atractiva que una guapa.
Jipi 2: Hombre, es que vale más una persona atractiva que una guapa.
Jipi 1: Aunque es verdad que hay atractivos y atractivos...
"A ver, jipis" -me han entrado ganas de decir- "¿en qué quedamos?".
Pero los dos estaban muy metidos en el tema. "Yo", decía el jipi 1, "lo pasé muy mal por Fulanita, pensé que no podría verla con Zetanito y fíjate tú ahora, la parienta que tengo...Pero veo a Menganita, que es muy atractiva, y me entran ganas..."
En este punto he desconectado. No es plan de participar de la intimidad de nadie... Eso y que Ángela volvió del baño. Cuando se lo he contado nos hemos partido de risa. Los hombres también hablan de las mujeres. Y mucho. Con tanto dato que han dado si hay seis personas entre ellas y nosotros algún día temblarán de miedo cuando nos vean. Nosotras, en cambio, siempre hemos sido más perspicaces y hablamos de los tíos con motes que, la mayor parte de las veces, no son ingeniosos -normalmente se refieren a una cualidad llamativa del físico- pero que dan el avío. Ríete tú del Chuli, el Pali y el Cabra...
Lo que sí es verdad que si hubieran prestado atención a nuestra conversación igual los que se hubieran meado hubieran sido ellos, pero...no han estado listos. Eso de llevar dos charlas a la vez y mover los peones, como que no se lo podían permitir. Se han perdido el tema de la semana: que esperamos con ansias que mi hermana llegue mañana de un fin de semana playero para que nos cuente qué tal con su ligue, al que le gusta que le insulten en la cama. La pobre iba acojonada. Yo le he dicho que aproveche y le diga a éste todo lo que se haya quedado con las ganas de decirle a otro. O que sea previsora y le suelte ahora todo lo que le tendrá que decir más adelante, que vaya ganando tiempo. Le he recomendado que, ella sí, no sea sutil.
Cuando no hemos levantado a pagar se han dado cuenta de nuestra presencia. Creo que a partir de hoy mismo llamarán a Fulanita, la Puti; al Zetanito, el Gordi, y a la Menganita, la Rubi. Por lo que pueda pasar, o quienes les puedan oír. La gente aprende rápido.
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1.a mi m decis q no sea sutil.hipocresia o cambio d opinion? 2.kiero saber mi mote. 3.Porfavor
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